¿Cómo se utilizan los nanomedicamentos?

Los nanomedicamentos pueden utilizarse en una diversidad de formas que nos permiten minimizar sus efectos adversos, acelerar su absorción e incrementar la selectividad de su actuación en células u órganos específicos en tanto se obtienen los resultados previstos.

Es posible incorporar una sustancia activa a estructuras tales como los liposomas. Los liposomas son pequeños vehículos de dimensiones nanométricas que constan de paredes hechas de lípidos, el mismo material que conforma la membrana celular. Pueden rellenarse con la sustancia activa y utilizarse para suministrarla a células u órganos específicos para el tratamiento del cáncer u otras enfermedades.

Los lípidos del liposoma no son farmacológicamente activos, aunque la nanoestructura liposomática influirá sobre el modo en que se administra la sustancia activa en el organismo. El propio liposoma también puede llevar una molécula especial adherida como, por ejemplo, un anticuerpo reconocido por un receptor específico sobreexpresado en las células cancerosas. Ello hace que el fármaco se acumule selectivamente en tejidos cancerosos, lo que nos permite obtener el resultado esperado mediante la utilización de dosis más pequeñas, lo que también resulta en una reducción de los efectos adversos como las náuseas y los vómitos.

 

Administración selectiva de fármacos que utilizan liposomas

 

Liposome structure


 

Reducción de los efectos adversos

Se han desarrollado ciertas sustancias activas en forma de nanopartículas con el fin de aumentar su solubilidad y evitar la necesidad de emplear disolventes tóxicos al administrar el fármaco, reduciendo de este modo los efectos adversos. Por ejemplo, un nanomedicamento anticancerígeno que ya es objeto de uso contiene una sustancia activa que bloquea una etapa específica de la división celular y provoca la muerte celular. La sustancia activa es insoluble en el agua pero, al unirse a una proteína, forma pequeñas nanopartículas hidrosolubles, lo que permite administrarla por vía intravenosa sin hacer uso de disolventes y resultando en efectos adversos menos acusados.
 

Absorción más rápida gracias a los nanocristales farmacéuticos

Los nanocristales farmacéuticos son nanopartículas en forma cristalina. La tecnología nanocristalina puede utilizarse para incrementar la solubilidad y la velocidad de disolución de una sustancia activa, lo que facilita una absorción y una actuación rápida de la sustancia. Ciertos fármacos de escasa hidrosolubilidad pueden transformarse en nanopartículas. El fármaco puede incorporarse en ese momento a comprimidos, cápsulas y medios estériles para su inyección.